¿Sabías que el sol puede quemarte el globo ocular? ¡Es cierto! El sol libera rayos que pueden dañar tus ojos con la misma facilidad con la que puede quemar tu piel. Estos rayos son de gran amplitud, llamados rayos UV, y pueden ser muy peligrosos. Por eso es especialmente importante usar gafas UV siempre que salgas al exterior para proteger tus ojos de estos rayos.
Las gafas UV son un tipo de gafas que protegen los ojos de los rayos peligrosos del sol. Estas gafas cuentan con filtros internos que bloquean por completo la gran mayoría de los rayos dañinos y penetrantes del sol. Esto implica que puedes pasar tiempo al aire libre sin que te duelan los ojos debido al sol mientras las usas.
Hay muchas actividades en las que puedes divertirte al aire libre con las gafas UV. Sal y haz lo que amas, y cuida tus ojos mientras lo haces; ya sea jugar al fútbol o al baloncesto, dar un paseo clásico por el parque o simplemente relajarte y pasar el rato al sol con tus amigos, las gafas UV son una forma perfecta de proteger tu visión.
Las gafas UV no solo protegen tus ojos, sino que también pueden lucir increíbles. En PHOTON encontrarás una variedad ilimitada de colores, formas y tamaños de gafas UV. Todo esto significa que puedes encontrar el par que mejor se adapte a tu atuendo favorito (o estilo de verano).
Así que, ya sea que quieras una montura clásica y sencilla, unas gafas de moda que estén de moda o incluso unas gafas llamativas y coloridas, seguro que encontrarás lo que buscas. Fabricamos nuestras gafas con materiales duraderos para que resistan a la diversión y no se rompan fácilmente.
Las gafas con protección UV son esenciales para todas las personas que viven al aire libre. Protegen contra los daños oculares que pueden producirse por la exposición prolongada al sol. Si está haciendo senderismo en una montaña, pescando en un lago o simplemente tumbado al sol, el uso de gafas con protección UV permite que sus ojos se mantengan sanos y su visión clara durante mucho tiempo.
Los niños necesitan gafas con protección UV tanto como los adultos. De hecho, los niños corren un mayor riesgo de sufrir daños oculares a causa del sol que los adultos, porque sus ojos todavía están en desarrollo y creciendo. Sus ojos son más sensibles, lo que significa que necesitan más protección.